“Si pudiese, tendría un estudio en cada ciudad que me inspira.
La música no entiende de fronteras.”

Soy Mariana Flores, aunque en la música me conocen como Marian Lulet. Nací en Los Teques, Venezuela, y llevo más de ocho años viviendo en Madrid. Mi conexión con la música comenzó muy pronto: a los cuatro años ya cantaba en el coro del colegio, y a los ocho me subía a los escenarios de festivales de música llanera. Desde entonces supe que mi voz sería mi herramienta más poderosa para contar historias.

En la adolescencia empecé a escribir y cantar estribillos junto a amigos del liceo que hacían rap. Aquellos primeros pasos en la composición me marcaron profundamente. Más adelante, estudié Ciencias Audiovisuales en Venezuela porque siempre he sentido una gran pasión por la imagen y la narrativa visual. Sin embargo, la situación en mi país me llevó a tomar la decisión de emigrar, dejando atrás muchos sueños, pero también abriendo la puerta a nuevas oportunidades.

Madrid me recibió con los brazos abiertos y se ha convertido en el lugar donde he podido desarrollar mi carrera musical con libertad y una visión más clara. Me gusta moverme entre géneros como el pop, bolero, trap, reguetón o bachata, siempre desde un lugar muy personal. Mi primer álbum, Amor a trocitos, es una muestra de esa diversidad: cada canción refleja una parte de mí, con letras íntimas y sonidos pensados para emocionar.

Hoy en día sigo explorando nuevos sonidos, más urbanos, sin perder mi esencia lírica. He tenido la suerte de colaborar con artistas como Bombony Montana y productores como Pablo Gareta, con quienes he encontrado el equilibrio entre el mensaje y la producción contemporánea. Canciones como “Sabes bien que no” marcan el inicio de una etapa más madura y contundente en mi música.

Me considero una artista camaleónica y emocional. No le tengo miedo a los cambios ni a los nuevos territorios. Aunque uno de mis sueños es volver a Venezuela y compartir mi música allá, mi mirada está puesta en el mundo.